Jubílate

Por bizarro, por naco e incluso por vergonzoso. Por eso comentamos, bajo este epígrafe, la noticia de que Karina y sus flechas van a dar un concierto junto con "Los mismos" (de su misma época, glaciación y capacidad de regeneración) el próximo 8 de octubre. Estas promesas de la canción melódica aprovecharán para grabar un disco en directo con los temas más representativos de sus carreras, que no es cuestión de no matar dos pájaros de un tiro, y ya de paso que conseguimos un bolo, facilitemos a hijos y nietos perezosos la labor de selección y adquisición de tremenda exclusiva navideña. En mi pueblo a esto se le llama seguir chupando de la piragua de una coyuntura musical, la de los 60, que priorizaba la canción ñoña y simplona sobre la apertura a las nuevas tendencias, la experimentación o la protesta. Vale que triunfara en los 60, pero ¡cuatro! décadas más tarde parece mentira que la industria discográfica siga siendo tan artera como para revisar periódicamente canciones yeyé (por no decir gagá) que ya no interesan a nadie -dispuesto a pagar entrada-. Y que no me digan que todo tiene su público: también Gran Hermano arrasa en la tele, y eso no lo convierte en un modo recomendable de pasar el rato.